6 de Diciembre del 2017
#Miércoles #Articulo
Desde antes de la colonia, los indígenas explotaron la tierra con el fin de obtener el mayor beneficio de ella, por ejemplo: el oro se extrajo para la elaboración de ornamentos, adornos, utensilios domésticos entre otros. Luego de la “usurpación” lo españoles despojaron a los indígenas de este metal brillante, y con el tiempo cayeron en la desesperación por conseguir una mayor cantidad de este; lo cual los obligo a buscar en yacientes e intentar nuevas explotaciones del suelo.
La minería tiene que ver con el descubrimiento y explotación de los minerales, es decir un tratamiento a rocas preciosas. Y según el código de minas Ley 685 de 2001, se entiende por mina el terreno para la excavación que, tiene como propósito la explotación mineral.
Ahora bien, entrando en el tema principal de este artículo que no es otro que la inversión de los Emiratos Árabes en la minería de nuestro país, cabe resaltar que desde la visitar de nuestro mandatario Juan Manuel Santos el pasado noviembre, las relaciones entre ambos países se han fortalecido. Al parecer son 1.000 millones de dólares para proyectos mineros los que el país Árabe está dispuesto a pagar, pero la problemática no yace en los verdes valorizados, sino más bien en el daño que se asegura se puede provocar en el páramo de Santurbán.
Otro punto crítico en esta inversión se encuentra en la delimitación de este santuario natural, pues encontramos sectores como el del ministerio de minas y energía, que aseguran que el lugar de explotación se encuentra fuera de los límites que acogen al paramo. Lo cual es respaldado por algunas partes del gobierno, que ven como positivo el proyecto ya que fortalecería la producción de oro en nuestro país.
No es extraño que este tipo de países pretendan comprar nuestros recursos, ni tampoco es Emiratos Árabes el único que lo ha conseguido; pero ¿Dónde queda la opinión de los ciudadanos? Pues si se empieza a dañar los ecosistemas por causa de la locomotora minera, se debe reflexionar sobre si las generaciones futuras podrán gozar de nuestros mismos recursos, si tendrán agua o beberán oro líquido, si podrán tener aire o lo compraran al mejor postor ¿A quiénes se les da los permisos de explotación y bajo qué condiciones?, ¿Por qué se debe enriquecer a unos pocos y afectar a miles con sus consecuencias? ¿Por qué en el territorio de los santanderes se defiende tanto la minería artesanal de su zona y ataca los demás proyectos?, quizás porque la primera es una excavación a pequeña escala, que se hace en espacio abierto sin mucha seguridad o salubridad, pero que debe realizar con un permiso directo el cual tiene un valor considerable y se paga directamente en el municipio.
Siendo así, entonces podemos hablar de que la minería necesita una reglamentación más clara, precisa y segura que bien, respalde esta actividad y proteja a la población vecina, que ofrezca la oportunidad de un desarrollo sostenible del territorio y reducir la pobreza en el mismo, tratando siempre de disminuir al máximo los daños ambientales. Se debe proteger a los ciudadanos de un despojo de tierras por individuos, cuyas intenciones sean saquear los recursos de una manera ilegal.
Además de implantar programas de Educación Ambiental para informar a las personas de las ventajas y desventajas, ocasionando de paso que se puedan quitar rumores como aquel que afirma que la minería no paga impuestos, lo cual es falso, aunque tributariamente están bien respaldadas en varios factores discutidos, estas empresas suelen hacer anticipo de impuestos, con lo cual al final de su periodo contable, puede justificarse una declaración de cero pesos. Bien es cierto y se debe decir, que lo que se les pide es poco y sobre todo a las empresas extranjeras que se enriquecen con nuestros recursos.
Entonces, debemos entender que la minería es un brazo fuerte en la economía del país, pero también que los recursos naturales que poseemos deben ser protegidos, pues estos no son regenerativos, por eso tan importante las campañas en donde se enseñe como recuperar, restaurar y tratar con la tierra que ha sido maltratada. No nos minemos la moral, decidiendo que excavación vale la pena apoyar y a cual se debe prohibir, ya que la final ambas tienen el mismo objetivo que es enriquecer un privado con recursos de toda una nación; en estos momentos los ciudadanos deben preguntarse si necesitan un nación que duplique su papel verde valorizado, o una que conserve el ecosistemas del cual todos nos alimentamos.
Escrito por: Jonathan Sti Sierra
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